Efectos Físicos

El alcohol no está expuesto a ningún proceso de digestión por lo que
en su mayoría pasa primero al intestino delgado para después ser
absorbido por el torrente sanguíneo. Sólo una pequeña parte llega
directamente a la sangre a través de las paredes estomacales. En la
sangre el alcohol es metabolizado (descompuesto para ser eliminado o
aprovechado por el organismo) mediante el proceso de oxidación. Es
decir, se fusiona con el oxígeno y se descompone de modo que sus
elementos básicos abandonan el cuerpo de forma de bióxido de carbono y
agua. El primer lugar de oxidación es el hígado, el cual descompone
aproximadamente el 50% del alcohol ingerido en una hora. El resto
permanece en el torrente sanguíneo hasta ser eliminado lentamente.
Efectos Psicológicos

El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central y su
ingerencia excesiva y prolongada puede provocar daño cerebral.
Popularmente se cree que el alcohol incrementa la excitación, pero en
realidad deprime muchos centros cerebrales. La sensación de excitación
se debe precisamente a que al deprimirse algunos centros cerebrales se
reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona experimenta
sensaciones expandidas de sociabilidad o euforia. Por eso se dice, que
el alcohol “anestesia la censura interna”. Sin embargo, si la
concentración de alcohol excede ciertos niveles en la sangre interfiere
con los procesos mentales superiores de modo que la percepción visual es
distorsionada, la coordinación motora, el balance, el lenguaje y la
visión sufren también fuertes deterioros. Fuertes cantidades de alcohol
reducen el dolor y molestias corporales e inducen al sueño. Pero su uso
continuo irrita las paredes estomacales llegando incluso a desarrollarse
úlceras. Adicionalmente tiende a acumularse grasa en el hígado,
interfiriendo con su funcionamiento. En alcohólicos crónicos se provocan
graves trastornos cerebrales, hepáticos (cirrosis) y cardiovasculares
(aumenta la presión sanguínea y con ello el riesgo de un infarto).
Incluso, está demostrado que el alcohol incrementa el nivel de los
triglicéridos (grasa no saturada o vegetal en las arterias) y con ello
también el riesgo de un infarto. Finalmente, como es ampliamente
conocido, el alcohol provoca adicción física y dependencia psicológica.
¿Qué daños provoca el alcohol en el organismo? En un momento dado
depender de su concentración en la sangre que a su vez es determinada
por los siguientes factores: cantidad ingerida en un periodo de tiempo,
presencia o ausencia de alimentos en el estómago que retengan el alcohol
y reduzcan su tasa de absorción, peso corporal, y eficiencia del hígado
de la persona que lo ingiere
No hay comentarios:
Publicar un comentario